Contienen elementos como un estanque rectangular y un área de rosales que fueron diseñados personalmente por el escritor.[3] Richard Johnson era un tendero y 13 años después traspasó por 950 Libras la finca a otro colega llamado John Freeland.[3] Finalmente, en 1902, Rudyard Kipling —quien vivía entonces a 48 km en Rottingdean— adquirió la propiedad al citado último titular por 9300 Libras.[1] La casa y sus jardines están acondicionados actualmente para su visita por el público en general (previo pago de una entrada).[4] También se encuentra una amplia muestra de objetos personales del escritor incluyendo retratos y cuadros realizados por varios pintores así como su premio Nobel.
Retrato del escritor que puede ser contemplado dentro de la casa.