Stannis, después de acabar con los salvajes quemando el Bosque Real, dividió sus fuerzas en dos huestes.
La marina, comandada por Ser Imry Florent, batiría a la pequeña flota legitimista y la empujaría río arriba, tendiendo puentes de barcos sobre el Aguasnegras.
Entonces, la caballería (a la que mandaría él mismo) cruzaría la corriente y aprovecharía su superioridad numérica para tomar la ciudad.
Construyó tres catapultas para apoyar a los escorpiones de las murallas en el bombardeo al ejército rebelde.
Asimismo, tomó medidas como decretar un toque de queda para permitir a los soldados moverse con libertad por la capital.
Bajo el fuego enemigo, descargó soldados en la orilla y empezó a tender puentes de barcos.
Sin embargo, cuando toda la flota estuvo en el río, los barcos comenzaron a chocar contra buques hundidos, que liberaron fuego valyrio y los prendieron.
Efectivamente, y aunque el propio Stannis salió vivo, perdió su flota y sus señores vasallos se pasaron a los Lannister que, tras la alianza con Altojardín, pudieron formar un gran frente suroriental para hacerle frente a los norteños del rey Robb.
Por otra parte, las relaciones nobiliarias y vasalláticas en los territorios sureños quedaron prácticamente intactas, salvo en el caso de los Florent, que seguían apoyando a Stannis y cuyo feudo fue entregado a ser Garlan el Galante.
Tyrion organiza la defensa ordenando reunir grandes cantidades de fuego valyrio y poniendo al mando de los Capas Doradas a Sandor Clegane (Rory McCann) y a Bronn (Jerome Flynn).
Stannis, por su parte, pone al mando de su flota a Ser Davos Seaworth y les ordena llegar hasta la bahía del río Aguasnegras.