Batalla de Zenta

A mediados del siglo XVII, el Imperio Otomano logra frenar la anarquía durante un tiempo y realizar una recuperación efímera pero espectacular.Esta recuperación vendrá dada por dos grandes visires: Mehmed Köprülü y su hijo Fazil Ahmed.Pero esta recuperación es de corta duración y tras el Sitio de Viena, y la consiguiente derrota frente a las tropas germano-austro-polacas dirigidas por Juan III Sobieski en la batalla de Kahlenberg, se forma una Liga Santa que agrupa al Sacro Imperio Romano Germánico, Venecia, Polonia y algo más tarde a Rusia.También se recibió la noticia de una victoria naval que Mezzomorto había obtenido sobre la flota veneciana, mandada por Molino.Entre los presos que tomaron los Imperiales, había un Pachá, a quien interrogaron y, aunque en un principio se negó a responder nada, no tardó en confesar que ya se había empezado a cruzar el Tisza, y que una gran parte del ejército bajo las órdenes del gran visir ya estaba fuertemente atrincherado cerca de Zenta.Los turcos atacaron a la izquierda imperial y Eugenio envió cuatro batallones de la segunda línea que -contaban con apoyo de artillería- para dispersar a la caballería y abrir una brecha en las trincheras.[8]​ La infantería se arrojó a las trincheras con la bayoneta calada, y estaba sostenida por la caballería, que avanzó hasta la orilla del foso, el cual tardó muy poco en llenarse.Los turcos, imposibilitados de resistir este asalto, cedieron primero en su derecha, después en su frente y finalmente por todas partes.[10]​ Al volver a Viena, Leopoldo I le recibió con frialdad, porque los cortesanos habían aprovechado la ausencia del Príncipe Eugenio para intrigar contra él.Eugenio se retiró indignado, más aún cuando Schlick le demandó su espada.
El Príncipe Eugenio de Saboya , obra de Karl Gutkas .
El Emperador Leopoldo I , obra de Benjamin von Block .