La batalla de Vértes (en húngaro: vértesi csata) fue un conflicto que se desencadenó en 1051, cuando el emperador Enrique III el Negro intentó invadir Hungría y fue vencido por el rey Andrés I de Hungría.
Enrique III entró en territorio húngaro con un enorme ejército germánico y marchó sin impedimento alguno hasta la ciudad de Székesfehérvár, siendo ésta una estrategia del rey Andrés I de Hungría y su hermano menor Béla.
No hubo un enfrentamiento directo entre ambas partes, pero durante la noche las fuerzas húngaras atacaron esporádicamente al ya extenuado ejército germánico.
De esta forma, el ejército germánico giró de regreso hacia la frontera húngara, torturados por el hambre, hasta que llegasen al bosque Vértes, donde los húngaros finalmente actuaron.
Si bien el combate no resultó fácil para los húngaros, según las crónicas, los soldados del ejército germánico arrojaron sus armas y pesadas armaduras huyendo a toda velocidad fuera de los territorios de Hungría.