Batalla de Turckheim

Al año siguiente Carlos II de Inglaterra pide la paz empujado por la opinión pública inglesa.

[3]​ Michel Le Tellier se quejó amargamente al Luis XIV de la inanición de Turena porque decía que con los refuerzos que se le habían enviado su ejército era ahora formidable y sin embargo no hacía nada.

A principios de diciembre dejando guarniciones en Saverne y Hagenau dividió su ejército en destacamentos y les ordenó marchar por vías diferentes meticulosamente especificadas por él mismo para finalmente concentrarse en Belfort.

Los ejércitos imperiales hicieron parapetos en todo el frente y levantaron baterías de artillería.

Contra estas fuerzas Turena opuso doce batallones pero ordenó a Foucault que no avanzasen hasta una hora antes del atardecer.

A las cuatro, una hora después del ataque, la noche detuvo el combate.

Turena envió siete batallones a ocupar una colina, más allá de la ciudad de Turckheim que había quedado completamente indefensa, justo encima del río Fech pero al salir el sol a la mañana siguiente el ejército imperial había huido.

Turena ocupó entonces Colmar donde encontró 3.000 heridos, enfermos y rezagados del ejército imperial.

Turena había condujo al ejército imperial fuera de Alsacia y fuera de Estrasburgo a cuyos habitantes Turena prometió perdonar y olvidar todo lo que había pasado.

[3]​ Turena actuó según una de sus máximas: “Parecer mostrar miedo para dar mayor confianza al enemigo en sus fuerzas y hacerlo más negligente y menos desconfiado de mis fuerzas”.

Según Napoleón el que llegasen las tropas francesas a Belfort el 27 de diciembre y que la batalla no se diese hasta el 5 de enero fue un gran fallo al dar nueve días a sus enemigos –Napoleón calculó que debía haberse dado a los tres días[3]​- y que si hubiese avanzado más rápido hubiese logrado un éxito superior al poder evitar la unión del ejército del Gran Elector con las tropas del duque de Bournoville.

Mariscal Turena marcha con sus tropas
Retrato del Federico Guillermo I de Bradeburgo. El Gran Elector. Obra de Gemalt von Gedeon Romandon , 1688