Carlos fue encarcelado por Herberto II de Vermandois y permaneció cautivo hasta su muerte en 929.
[1][6][7] Desde su mismo principio, la situación política del reinado de Carlos era frágil con una nobleza franca reacia a aceptar su autoridad.
La principal crítica era el creciente poder de Hagano, un noble lotaringio que detentaba el favor del rey.
El arzobispo Herveo de Reims intervino logrando que los insurrectos liberaran al rey.
Este acto fue visto como un ataque directo a los robertinos al ser Rotilde la suegra del hijo de Roberto, Hugo el Grande.