El Ejército Izquierdo entró en territorio enemigo, cruzó el río Liao y consiguió sitiar con éxito la fortaleza de Yodong.
Mientras tanto, el contingente del Ejército Izquierdo marchaba por tierra hacia Pyeongyang, sufriendo serios problemas con las líneas de abastecimiento.
En estas circunstancias, recibieron una oferta del rey Yeongyang: les dejarían retirarse en paz hacia el Imperio Sui si abandonaban la guerra.
Entonces el general Mundeok dio a sus hombres la orden de abrir una presa que previamente habían construido aguas arriba del paso fluvial.
Después, Mundeok mandó a su caballería atacar al ejército invasor que había quedado en ambas orillas del río.
Hasta la llegada de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), con batallas que podían durar meses, no se superó tan sangriento registro.