Batalla de Puerto Argentino

En la semana previa ocurrieron una serie de combates en torno a la principal ciudad isleña y en la noche del 14 de junio se firmó el alto al fuego, dando final a la guerra tras 74 días.

Una fuerza de vehículos blindados Panhard (subtenientes Fernando Pedro Chércoles y Gustavo Adolfo Tamaño y sus hombres) que intentó llegar hasta las posiciones del Regimiento 4 fue obligada a dar media vuelta cuando aún le quedaban unos pocos kilómetros para alcanzar la posición.

[16]​ Ese mismo día, un avión Harrier (XW-919) fue alcanzado por un misil Tigercat[17]​ confirmando la artillería antiaérea su derribo a las 09:20 horas.

Dos horas más tarde la Compañía Nácar intentó recuperar el control del monte.

[20]​ En el sector norte los atacantes tomaron fácilmente el perímetro del teniente 1.º Hugo García (Compañía C) en Wireless Ridge y avanzaron hacia las defensas del teniente 1.º Jorge Calvo (Compañía A).

Las compañías del Regimiento de Infantería 7 del Teniente Coronel Omar Giménez, formadas también por soldados que habían combatido la noche anterior, se desmoronaron; sus hombres y los refuerzos de caballería y paracaidistas que los acompañaban huyeron hacia Moody Brook.

Los hombres de Robacio y Jaimet se replegaron ordenadamente a la posición defensiva en la colina que reforzaron con ametralladoras.

Allí los defensores de Tumbledown ocuparon nuevas posiciones defensivas, incluidos los ingenieros anfibios.

Fue el propio capitán Robacio quien luego buscó y reconoció los muertos del BIM 5 en monte Tumbledown que había sido muy batido por la artillería británica.

Previo a ello, la Fuerza Aérea Argentina lanzó su última misión utilizando dos bombarderos Canberra BMK-62 y dos interceptores Mirage IIIEA, atacando por la noche las posiciones británicas ubicadas en Furze Bush Pass al parecer con buenos resultados[33]​[34]​pero perdiendo un Canberra.

El primer ataque en el sector de Tumbledown es rechazado con las guardias escoceses Steven William Duffy y Peter Alexander MacInnes revelando en 2007 que esta fuerza sufrió 2 muertos y 16 heridos en Pony Pass.

En ese momento, el capitán Robacio recibió una llamada por el teléfono de campana: la cima del monte Tumbledown acababa de caer, sus hombres se batían en retirada, avanzaban los soldados enemigos.

Deciden aprovechar la sorpresa y abren fuego contra ellos junto a sus dos sirvientes de ametralladoras adelantadas.

Mientras tanto los Gurkhas se preparaban para asaltar el Monte William y ya habían conquistado algunos pozos de la Compañía Nácar (3.ª Sección de Tiradores, a cargo del suboficial Luis Jorge Lucero, en la ladera norte del Monte Tumbledown).

Al advertir la situación, fue empleado el pelotón de fusileros del subteniente Guillermo Robredo Venencia de la Compañía B del Regimiento 6 con el Teniente 1.º Raúl Daniel Abella a la cabeza.

El escuadrón de cazatanques Panhard (mayor Alejandro Domingo Carullo) intentó sin éxito un contraataque en Moody Brook.

[42]​ Al mismo tiempo el GA 3 efectuó disparos hacia puntos distanciados a solo 100 metros de la infantería propia (la distancia mínima son 600 metros con tropa propia cerca), por solicitud del capitán de navío Juan Ramón Moeremans, para apoyar el repligue del BIM 5.

[43]​ A las 9:15 se informó oficialmente que todos los montes circundantes de Puerto Argentino estaban bajo control británico.

Pese a ello el BIM 5 se reorganizó para continuar los combates urbanos.

Pese a ello no se podía garantizar el accionar de la Fuerza Aérea Argentina.

[52]​ El Capitán médico paracaidista John Burgess confirmaría en 2021 que casi todos los hombres del 3 PARA en sus nuevas habitaciones de la capital malvinense sufrían de diarrea y vomitaban violentamente por haber consumido agua y comida contaminada durante su tiempo en monte Longdon y recordaría que los baños de Puerto Argentino ya no funcionaban: «La ciudad era un desastre, sin alcantarillado, agua ni electricidad.

Pero aunque catorce hombres locales fueron sacados de sus hogares durante la ocupación y enviados a West Falkland (Gran Malvina) donde fueron puestos bajo arresto domiciliario, pocos habitantes fueron maltratados.

Era un régimen incómodo en lugar de brutal ... Había acusaciones de saqueos y soldados que defecaban en las casas, pero en un examen más detenido, tendían a ser tropas robando bollos del congelador o durmiendo en camas con botas embarradas.

Un isleño dijo sin rencor que los británicos habían causado más desorden en Stanley que los argentinos.»[54]​ Tras el cese al fuego, los soldados argentinos fueron tomados como prisioneros y retornaron al continente en los días posteriores.

[55]​ La noticia del cese al fuego provocó manifestaciones en Buenos Aires, que fueron reprimidas por la policía.

Tres mujeres malvinenses fallecieron cuando la fragata británica HMS Avenger (F185) cañoneó su casa por error.

Prisioneros de guerra argentinos el 15 de junio.
El telegrama de Jeremy Moore al gobierno británico de Londres.
El télex señala: "Las Islas Malvinas están una vez más bajo el gobierno que desean sus habitantes.
Dios salve a la Reina".