El repentino ataque del ejército francés de Sambre-et-Meuse sorprendió a sus enemigos y rompió sus líneas.
Las pérdidas fueron en vano, porque Napoleón Bonaparte firmó los Preliminares de Leoben con Austria el mismo día, y el armisticio detuvo la lucha para que ambas partes pudieran negociar una paz.
Richepanse logró capturar siete cañones, cincuenta cajones y cinco estandartes austriacos.
Ney, con unos 500 húsares, se dirigió a Dierdorf, donde se enfrentó con la reserva austriaca de 6000 hombres durante cuatro horas, hasta que el resto del ejército francés lo alcanzó.
Los franceses capturaron veintisiete cañones y siete estandartes austriacos en esta gran victoria.