Entre los generales que apoyaron a los federales en la defensa de la ciudad estaban Enrique Gorostieta Velarde y Miguel Corona.
Organizados en escuadrones unos tomaron el Obispado, mientras que otros ocuparon el cuartel que se encontraba en la esquina de las calles Madero y Corona, donde se encuentra hoy la escuela Calles.
Ese mismo día las fuerzas insurgentes llegaron hasta la calle de Mina, la Estación del Golfo —donde establecieron su cuartel—.
Al día siguiente, las autoridades federales enviaron refuerzos para defender la ciudad y la lucha fue más violenta.
Los carrancistas desde su cuartel del Golfo y la Plazuela del 21 de marzo, intentaban acercarse al centro, mientras que, desde la calzada Madero y Zaragoza, bombardeaban el palacio de gobierno.