Dos cuerpos prusianos se enfrentaron a la totalidad del Ejército del Rin francés en una batalla inesperada, y sorprendentemente, con éxito forzó al Ejército del Rin a retirarse a la fortaleza de Metz.
A pesar de este error de juicio, los dos cuerpos prusianos sostuvieron al Ejército francés al completo durante todo el día.
Combates desesperados por las calles prosiguieron, con grandes pérdidas a ambos lados.
Los prusianos eran superados numéricamente cuatro a uno, pero Bazaine nunca reconoció este hecho.
Fracasó en enviar toda su fuerza, mientras que los prusianos comprometieron cada hombre y cada armamento en la batalla.
[3] Acosado por la artillería francesa cada vez que desplegaba sus fuerzas tras un ataque francés, con sus reservas de infantería exhaustas y temiendo que su tembloroso flanco izquierdo estaba a punto de ser cargado por la caballería francesa, el General Alvensleben envió un mensaje al comandante de la cercana 12.ª Brigada de Caballería, el Mayor General Friedrich Wilhelm Adalbert von Bredow, urgiéndole a que silenciara la artillería del general francés François Canrobert y previniese una carga de la caballería francesa con una propia.