Batalla de Kisvárda

Las tribus cumanas paganas atacaron Hungría durante todo el siglo XI, realizando aventuramientos muy similares a los que los húngaros condujeron durante su vida seminómada y precristiana.

En 1068 el rey Salomón de Hungría y sus primos los príncipes San Ladislao y Géza, vencieron a los cumanos guiados por Ozul en la batalla de Cserhalom.

Luego de que Ladislao fuese coronado rey en 1077, también debió enfrentar varios ataques cumanos y pechenegos, de otros ejércitos que arribaron a territorios húngaros.

El Príncipe cumano recibió asistencia del derrocado rey Salomón de Hungría que vivía en exilio luego de haber atentado varias veces contra su primo San Ladislao, y así, ante la petición del rey depuesto, Kutesk movilizó sus tropas para atentar contra el rey santo.

Los ejércitos cristianos húngaros de Ladislao barrieron con los invasores cumanos, y los obligaron a huir hacia las fronteras.