Las tropas del ejército, 68 hombres, se encontraban ocupando otra fortificación de la zona, Fort Moultrie.
Las escasas tropas emplazadas en Fort Moultrie no estaban dirigidas por un militar que viniera del Norte sino por un natural de Kentucky, Robert Anderson, que había sido propietario de esclavos y era comprensivo con las posiciones del Sur.
El senador de Massachusetts, Leverett Saltonsatall, por ejemplo, declaraba en Boston lo siguiente: Las reacciones confederadas fueron muy diferentes.
El Presidente Buchanan dudó en pedir a Anderson que se incorporara a su antigua posición, Fort Moultrie, porque tal decisión pondría en peligro la confianza en el Partido Demócrata en los estados del Norte, que por otro lado ya se encontraba muy debilitada por la reciente victoria del Partido Republicano en las elecciones presidenciales presentando a Abraham Lincoln.
Entonces el buque se vio forzado a realizar un giro de 180 grados.
[5][3] La tensión política aumentó y los dos bandos se acusaban mutuamente de agresión.
Tal decisión haría que el Norte fuera designado como el agresor, lo que podría dividir a sus propios Estados miembros y, al mismo tiempo, reforzar al bando del Sur.
Pero esta decisión pondría en riesgo su autoridad, a la que se tacharía de débil.
El Presidente Lincoln había ganado las elecciones primarias de su partido con un escaso apoyo.
Esto se explicaba porque las grandes figuras del Partido Republicano estaban demasiado enemistadas como para darse apoyo mutuo.
Este dictamen lo colocaba como sospechoso e incapaz de secundar al comandante Anderson.
A nivel militar, consideró que la intervención requería una flota importante y de al menos 25.000 hombres.
[7] Lincoln tachó esta propuesta de ridícula y se hizo fuerte frente a su rival político.
El 4 de abril, Lincoln dio definitivamente su aprobación para que una expedición encabezada por Gustavus Fox suministrase recursos a Fort Sumter.
El plan previó que la expedición no debía entrar en batalla en la bahía de Charleston sino solamente suministrar recursos a Anderson y sus tropas.
Si los confederados abrían fuego, entonces la marina federal y las tropas expedicionarias tendrían permiso para intervenir militarmente.
Según una primera teoría, Lincoln pensó que solamente la guerra podía salvar su administración y quiso forzar al Sur a llevar a cabo la primera agresión.
Anderson rechazó la petición de capitulación de Beauregard, aunque comentó al mensajero sudista que el hambre provocaría en cualquier caso la rendición en unos días si no se les abastecían.
La realización de esta salva provocó un accidente que se cobró la vida de un soldado confederado y heridas a otros varios, siendo esta la única víctima mortal que se produjo en todo el acontecimiento.
Los soldados federales pensaban que iban a luchar para preservar al Gobierno, la unidad del país, la Constitución y la herencia conseguida tras la Guerra de la Independencia donde lucharon contra Inglaterra.
Dada la forma en como estalló la guerra, con un ataque a Fort Sumter por parte de la Confederación, la unión política del Norte estaba garantizada, y la decantación hacia este bando de los estados indecisos, al menos a corto plazo.
Tras la batalla, Jefferson Davis declaró: Si la estrategia del Norte fue sentirse atacado por los acontecimientos acontecidos en Fort Sumter, la estrategia del Sur se construyó basándose en proclamar que Abraham Lincoln estaba destinando esfuerzos en reunir un ejército con la intención de invadir su país y someter por la fuerza a sus conciudadanos.
Además, el Partido Demócrata, que presentaba a dos candidatos, recibió un 47,6% de los sufragios contra un 39,9% para el partido republicano, solamente teniendo en cuenta los grandes electores se garantizó la victoria de este último.
La noche del 14 de abril, cinco días más tarde, Lincoln es asesinado en Washington.