Basel al-Ásad

En una entrevista con el periodista británico Patrick Seale en 1988, al-Ássad afirmó que la dedicación de su padre al trabajo, ocupando varios cargos políticos y luego siendo Presidente del país desde 1971, causaba que frecuentemente pasara por alto su vida familiar, a pesar de intentos ocasionales de fomentar conexiones, como breves viajes familiares a Latakia.

[2]​ Se formó como ingeniero civil y obtuvo un doctorado en ciencias militares.

[3]​ Además de su árabe nativo, al-Ásad hablaba con fluidez francés.

[8]​[12]​[13]​[14]​ Numerosas entidades han sido nombradas en su honor, entre ellas plazas, calles, hospitales, estadios y clubes deportivos.

Tuvo una estatua suya como jinete en Alepo, hasta diciembre de 2024, cuando fue derribada por rebeldes sirios, y anteriormente en Chtaura, Becá, Líbano.

Basel al-Ásad, primero de la derecha, con su familia a principios de los años 70.
La estatua de Basel al-Ásad en Alepo, fotografiada con rebeldes el día de su derribamiento.