La idea de que el continente fuera declarado un parque mundial fue sugerida por Greenpeace en 1979.
Con ello Greenpeace intenta limitar la contaminación y la explotación comercial de la Antártida, y que solo se permita una limitada actividad de investigación científica.
Luego de seleccionar cuidadosamente el sitio en 1985/1986 buscando el mínimo impacto ambiental, la instalación de la base fracasó por inclemencias del clima y fue pospuesta para el verano siguiente.
Las instalaciones fueron trasladadas al sitio desde el barco utilizando helicópteros, y pocas semanas después la base World Park comenzó a operar.
Greenpeace cerró completamente la base y la desmanteló en el verano austral de 1991/1992.