[1] La basílica descansa sobre los cimientos de dos templos anteriores, una basílica bizantina del siglo IV, destruida por un terremoto en el año 746 y una capilla cruzada del siglo XII, abandonada en 1345.
[2][3] Las obras del edificio actual, diseñado por el arquitecto Antonio Barluzzi,[1] se llevaron a cabo entre 1919 y 1924[4] empleando fondos provenientes de distintos países (de ahí su apelativo de las naciones) como: : Argentina, Brasil, Chile, México, Italia, Francia, España, Inglaterra, Bélgica, Canadá, Alemania y Estados Unidos.
[5] Cuyos símbolos aparecen en los mosaicos del techo en recuerdo de su contribución en la construcción.
Como remate, un mosaico mostrando simbólicamente a Jesucristo como enlace entre Dios y la humanidad.
El techo en forma de burbujas, los pilares anchos y el mosaico refuerzan la apariencia arquitectónica bizantina de la iglesia.