El lanzamiento es nulo si la barra gira en el vuelo por su eje transversal, si sale del terreno marcado o no cae de forma paralela al terreno.
Gana el lanzador que consiga enviar la barra a mayor distancia.
Esta tradición popular tiene sus orígenes en las barras de metal que usaban los molineros en sus faenas, para competir entre ellos.
Pero, quizá, el más importante dato escrito a la hora de ensalzar este noble deporte, nos viene de nuestro autor más universal.
La importancia no viene dada por el contenido en sí mismo, sino por la grandeza del escritor.