Aparece documentado con este nombre desde 1523, cuando Antoni de Cardona y Enríquez compró el Castillo de Sant Boi a los Torrelles.
[2] En el núcleo de la villa había tres jurisdicciones feudales: la del Castillo, el barrio Real y la Pobla Arlovina.
[2] El castillo formaba parte del patrimonio condal hasta que en 1238, mediante donación, pasa a manos de Guillem de Llacera (la cera).
La señoría del castillo pasó sucesivamente por las familias nobles catalans de los Marc, los Rosanes, los Torrelles y, finalmente, a los Cardona.
Pocos meses más tarde Juan II le restituyó el castillo de Sant Boi a cambio de su vasallaje.