[1] Su padre era chambelán del archiduque Francisco Carlos de Austria en el Palacio de Schönbrunn.
Desde su niñez, sufría problemas asmáticos y cardíacos.
A los catorce años, comenzó a trabajar cocinando en Palacio de Schönbrunn, y con quince años quedó huérfana.
[2] Por la predicación de sacerdotes redentoristas, comprendió las necesidades sociales de Viena, y fundó una pensión y un instituto en esta ciudad en 1843.
Falleció en 1873 en Río y sus restos descansan en la Capilla de San Rafael en Porto Alegre desde 1957.