Aunque se sugiere que su uso original era para el juego (comparte el número de cartas con la baraja alemana y la disposición de la baraja inglesa para varios juegos de bazas ingleses del siglo XVIII); actualmente es utilizada ampliamente para cartomancia.
Sus orígenes no son muy claros, aunque se sugiere a Johann Kaspar Hechtel como el creador del prototipo.
En sus inicios se comercializaba como un mazo para usos múltiples (juego, adivinación...) y sus imágenes representan elementos cotidianos de las crecientes ciudades europeas después de la revolución industrial.
El nombre «Lenormand» se relaciona con la célebre adivina francesa Marie Anne Lenormand; aunque no existe prueba de que ella haya llegado a conocer esta baraja en particular.
Los elementos representados han permanecido a lo largo del tiempo y suelen ser: Un jinete.
Con variaciones según región y productor, se señala en negritas el nombre más común de cada naipe.
*Debido a la gran variedad de especies de flores llamadas lirio, esta carta puede representar lirios, calas, azucenas y diversas plantas bulbosas.
Cada naipe contiene dos elementos: el número de la carta y la ilustración.
Otras pueden traer un pequeño verso alegórico a su significado adivinatorio.
Sin embargo, es curioso que pocas veces incluya escrito el nombre de la carta.