La tumba del gobernante de la familia Samanid, Ismael, en Bujará (Uzbekistán), tenía paredes con ladrillos salientes y empotrados que creaban un estampado entrelazado.Las técnicas del enladrillado islámico se volvieron más sofisticadas a lo largo de los siglos.Normalmente estos ladrillos eran de color azul cobalto o turquesa.En este minarete afgano podemos leer el nombre del gobernante gaznaví Masud III y sus respectivos títulos.Para crear dicha inscripción se insertaron trozos de terracota entre los ladrillos.
Las paredes del Mausoleo de Ismail Samani (siglo
IX
o
X
) son uno de los primeros ejemplos de hazarbaf, un tipo de enladrillo con estampado entrelazado.
La tumba de Timur está cubierta de inscripciones religiosas hechas con ladrillos de colores.