Durante la Segunda Guerra Mundial las entidades financieras europeas y estadounidenses abandonaron el país a raíz de la ocupación japonesa.
La expansión exterior comenzó en 1954 al instalarse una oficina en Hong Kong, aunque no fue hasta 1977 que se inició un acelerado proceso de presencia en otros países asiáticos.
El mayor crecimiento lo tuvo entre 1990 y 1992, colocándose entre los 200 primeros bancos comerciales del mundo.
Como las demás entidades financieras del sudeste asiático sufrió la grave crisis de 1997 que afectó a su estabilidad y obligó a una reestructuración, si bien pudo mantenerse y reflotar en 2000.
Mantiene oficinas en Hong Kong, Taiwán, Singapur, Indonesia, Laos, Malasia, Filipinas, Vietnam, Nueva York y Londres.