A mediados del siglo XX el término bandy se prefiere generalmente para evitar la confusión con el hockey sobre hielo.
La regla principal es que los jugadores (excepto los porteros) no pueden tocar la pelota intencionadamente con sus cabezas, manos o brazos durante el juego.
En términos generales, estos incluyen tres categorías principales: los delanteros, cuya tarea principal es marcar goles, los defensores, que se especializan en impedir que puntúen sus oponentes, y los centrocampistas, cuya misión es robar y mantener la posesión de la pelota para pasar a los delanteros; a los situados en estas posiciones se les conocen como jugadores de campo, para distinguirlos del único portero.
Estas posiciones están además diferenciadas por en qué lado del campo el jugador está más tiempo.
Los diez jugadores de campo pueden estar dispuestos en estas posiciones en cualquier combinación (por ejemplo, puede haber tres defensas, cinco centrocampistas y dos delanteros), y el número de jugadores en cada posición determina el estilo de juego del equipo: más delanteros y menos defensores crearía un juego más agresivo y ofensivo, mientras que lo contrario daría lugar a un ritmo más lento, el estilo más defensivo de juego.