Banco Español de Ultramar

Su objetivo primordial y casi único fue la absorción y posterior gestión de la Empresa de Correos Marítimos de La Habana fundada en 1827 que mantenía la concesión del servicio postal entre la Gran Antilla y la península ibérica.

La absorción se produjo en 1846 a través de un acuerdo privado, y obtuvo la concesión definitiva del servicio postal de ultramar en 1847, siendo en la práctica la única actividad que desarrollo el banco.

La deficiente gestión del servicio postal por la empresa creada en tiempos de Fernando VII, hizo que Juan Álvarez Mendizábal, hombre fuerte de los gabinetes económicos en tiempos del reinado de Isabel II, apoyase la operación.

El incumplimiento coincidió con una operación de fusión del banco con el Banco de Fomento y el Banco de La Probidad para formar el Banco de Fomento y Ultramar que absorbió los negocios de las tres compañías y, por tanto, los bienes, deudas y concesiones del Ultramar.

La tarea especulativa del Banco de Ultramar, junto con otros problemas, llevó a la quiebra poco después al Banco de Fomento y Ultramar.