Baltasar de Echave Rioja

Era conocido como “el mozo”, aunque para algunos autores este apelativo se le atribuía a su padre.

[2]​ Poco se sabe sobre su infancia y juventud, y en general sobre su vida, la información que conocemos sobre su etapa adulta es justamente gracias a sus obras pictóricas, que tampoco son muchas.

[6]​ Para esas mismas fechas, tuvo su propio taller a partir de 1665.

[3]​ Su obra La Adoración de los Magos, fechada en 1659, es la pintura más temprana que se conoce de él y la cual, en principio, fue atribuida a su abuelo Echave Orio; sin embargo, debido a la fecha se descartó esta posibilidad pues, para ese entonces tanto su abuelo como su padre ya habían fallecido.

Esta obra de Echave Rioja es de una gran frescura, pero también presenta defectos en su composición, principalmente en los personajes de San José que aparece en solitario a la izquierda y al hombre que se encuentra detrás y al centro del conjunto, lo cual crea una distracción del tema principal.

[11]​ La Adoración de los Magos es una obra inspirada en una pintura del mismo tema hecha por José Juárez, fechada en 1655, donde las similitudes del personaje del rey Melchor son muy aparentes, sin duda este hecho refuerza la teoría de que Echave Rioja trabajó en el taller de José Juárez.

Echave Rioja pactó el precio de su obra por cien pesos; sin embargo, solamente le pagaron ochenta.

El rostro de la santa se encuentra iluminado por el Espíritu Santo, se nos muestra radiante y juvenil como las representaciones características de vírgenes en la pintura novohispana.

La Adoración de los Magos (1659). Baltasar de Echave Rioja, óleo sobre tela 153.8 cm x 197.5 cm.Figge Museo de Arte de Davenport, Iowa.
La Epifanía (1655). José Juárez , óleo sobre tela 207 cm X 165 cm. MUNAL.
El martirio de San Pedro Arbués (1667). Baltasar de Echave Rioja, óleo sobre tela 320 cm x 205 cm. Museo Nacional de Arte.
Muerte del inquisidor Pedro de Arbués (1664). Bartolomé Esteban Murillo , óleo sobre tela 193.5 cm X 202.5 cm. Museo del Hermitage.