Espartero lo depone en 1840, ya que Cortés evoluciona y ahora es aliado con los moderados.
Reuniones territoriales en Alemania», en Boletín Oficial del Ministerio de Fomento, XXV, 1858.
Descontento con el imperialismo yanqui regresa en 1870 a Argel, en donde padece un grave incidente: le roban una importante cantidad, propiedad del Estado; culpable de negligencia, tiene que restituir poco a poco lo robado, con los intereses correspondientes.
Encargado de Negocios en Japón, 1874, renuncia por no hacer el viaje, y sigue viviendo en Madrid.
Al leer el Espronceda de Enrique Rodríguez-Solís, 1884, comprende que faltan muchas cosas.
Llama al biógrafo y le cuenta sus recuerdos, que Rodríguez Solís transcribe el mismo año en la Ilustración Artística de Barcelona.
Benito Pérez Galdós tomó muchos rasgos suyos para varias de sus novelas.