Sin embargo, durante la era Tokugawa, en ocasiones eran contratados por los gobiernos locales para jugar con los trabajadores y extraerles el salario, a cambio de un porcentaje de las ganancias.
Con el tiempo los bakuto se organizaron en grupos y expandieron a otro tipo de actividades como la usura, sentando parte de las bases para la yakuza moderna (el otro grupo de itinerantes que aportó a la yakuza fueron los tekiya o vendedores ambulantes).
Hasta mediados del siglo XX, algunas organizaciones yakuza que se dedicaban principalmente al juego se identificaban a sí mismos como grupos bakuto.
Por ejemplo, los Honda-kai eran un grupo bakuto originario de Kōbe.
Un ejemplo ficticio de un bakuto sería Zatōichi, el jugador ciego que aparece en numerosas películas japonesas.