Bailes de candil

Cuando la fiesta se celebraba con ocasión de una festividad local, el lugar solía ser al aire libre, en una plaza o en un patio de vecinos que diera cabida a toda la comunidad que participaba.

Una de las más extendidas era dirigirse a la chica y pedirle ‘por favor’ bailar con él.

La iniciativa pues, era del hombre (aparentemente al menos) pero las decisiones ‘últimas’ de la mujer.

Este no solía pasar de un estilizado poner los brazos sobre sus hombros, o algún gesto similar.

un pariente de la chica, u otro pretendiente, rival del actor en cuestión) llamaba la atención.

El trovo o improvisación directa de coplas dentro de los esquemas métricos, rítmicos y musicales más extendidos por tradición en cada lugar, aunque hoy es práctica residual, estuvo muy extendida en España hasta la primera mitad del siglo XX.

Cuando dos rivales se enfrentaban trovando coplas durante el baile, la tensión podía ir subiendo de tono hasta llegar a las manos.

La mujer, según su disposición, podía responder improvisando o acudiendo a coplas de aceptación, rechazo, dar largas...