fue lanzada por Parlophone como sencillo en el Reino Unido en 1976 para el álbum Rock 'n' Roll Music.
La canción causó controversia en la derecha estadounidense y sectores anticomunistas —como la John Birch Society,[5] pues la consideraron una forma de apoyar a la “totalitaria” Unión Soviética, principal rival de Estados Unidos en el plano internacional durante el contexto de la Guerra Fría.
Al igual que sucedería con otras canciones como "Revolution" o "Piggies",[6] parte del conservadurismo estadounidense reaccionó de inmediato, acusando a The Beatles de hacer propaganda izquierdista, reacción a la que se unieron también sectores del movimiento Nueva Izquierda y de la extrema derecha, acusando a la banda de pro-soviética.
Para estas canciones, McCartney tocó la batería para mezclarlas en la edición final.
[9] Créditos según Ian MacDonald y Mark Lewisohn.