Baños terapéuticos

El baño fresco y el frío ocasionan una contracción espasmódica en la piel que se conoce con la expresión de piel de gallina, siguen algunos movimientos espasmódicos, la respiración al principio es penosa, frecuente y corta regularizándose después.

Conviene advertir que la reacción es tanto más pronta y considerable cuanto menor sea la temperatura del agua por cuyo motivo no se someterá ninguno a la impresión de un baño frío con la misma impunidad que a la de uno fresco sino después de haber oído los preceptos del médico facultativo.

Los baños templados son los que se usan más generalmente pues la temperatura de 20° a 25° es la más a propósito para los baños de aseo y para todas las indisposiciones leves y pasajeras.

Los efectos secundarios son calmantes y relajantes obrando como emolientes, observándose después de la salida del baño y cuando la reacción se verifica de un modo gradual que todas las funciones se desempeñan con más facilidad, energía, viveza y libertad que antes si bien suele encontrarse uno más pesado después del baño.

Hay algunos que no pueden entrar en un baño caliente sin experimentar una opresión fuerte y si esta sensación es dolorosa en extremo, deben resignarse a no usar sino medios baños en que el agua llega cuando más al hueco del estómago o epigastrio.