O ewiges Feuer, o Ursprung der Liebe, BWV 34

O ewiges Feuer, o Ursprung der Liebe, BWV 34 (Oh eterno fuego, oh fuente del amor) es una cantata de iglesia escrita por Johann Sebastian Bach en Leipzig para el primer día de Pentecostés.[1]​[2]​ Las lecturas establecidas para ese día eran de los Hechos de los Apóstoles, la venida del Espíritu Santo (Hechos 2:1-13), y del evangelio según San Juan, Jesús anunciando en su discurso de despedida la futura venida del Espíritu Santo (Juan 14:23-31).[4]​[6]​ El coro inicial presenta la imagen de la eterna llama celestial.[10]​ El aria para alto transmite imágenes de satisfacción mediante la incorporación de un ritmo cadencioso tipo berceuse, con violín obbligato y flauta en décimas y octavas.Los violines y oboes entonces tocan una figuración ascendente para introducir la nueva melodía.