Der Himmel lacht! Die Erde jubilieret, BWV 31

En este puesto asumió la responsabilidad principal de componer nuevas obras, concretamente cantatas para la Schlosskirche (iglesia del palacio), con una periodicidad mensual.

[1]​[2]​ Teniendo en cuenta la rica orquestación de tres grupos instrumentales y un coro a cinco voces, John Eliot Gardiner sugiere que la cantata no fue interpretada en la pequeña Schloßkirche de la corte, sino en la iglesia de ciudad San Pedro y San Pablo, donde la familia ducal evidentemente acudía a veces a los servicios.

[2]​[9]​ Las lecturas establecidas para ese día eran de la primera epístola a los corintios, "Cristo es nuestro cordero pascual" (1 Corintios 5:6-8), y del evangelio según San Marcos, la resurrección de Jesús (Marcos 16:1-8).

El aria, marcada como Molto adagio, alaba a Jesús como "Príncipe de la vida" y "fuerte luchador".

[9]​ El himno es un "coral de lecho mortuorio", escrito para un coro a cuatro voces coronado por la elevada trompeta y primer violín.

San Pedro y Pablo, Weimar, probable lugar de su estreno.