La población sobreviviente se apiñó en los muelles solicitando ayuda a los navíos allí anclados para embarcarse, cuando repentinamente a las 17: 30 se desarrolló un tsunami que destruyó los malecones ocasionando muchos ahogamientos.
Los navíos surtos, incluidos la BAP América soltaron sus anclas e intentaron ganar aguas profundas.
La América que estaba con los fuegos encendidos inició la marcha tratando de salvarse hacia mar abierto, cuando bruscamente a las 17:30 el nivel del mar bajó por causa del retiro de la marea y la dejó varada en seco sobre quilla, con los fondos averiados en la bahía junto a los otros navíos.
La BAP América empezó a flotar, mientras que el USS Fredonia se destruía al chocar contra el morro de Arica; la BAP América siguió la misma dirección del USS Wateree, pero al topar con el fondo arenoso, empezó a rodar sobre su casco curvo destruyéndose los fondos y sus aparejos.
No hubo ningún sobreviviente ni se hallaron los cadáveres de sus tripulantes.