En 932, ‘Ali recibió como feudo Karaj y gracias a ello pudo reclutar un ejército propio con gentes de Dailam.[12] Los hermanos y el general abasí Yaqut se disputaron la región, que lograron conservar los primeros.[9] Esta victoria les permitió acometer la conquista de la capital provincial, Shiraz.Luego envió a Ahmad a Kermán, aunque este no pudo apoderarse de la provincia y tuvo que replegarse, ante la denodada resistencia de los baluchis y los qaf.Las primeras décadas de la confederación búyida estuvieron caracterizadas por grandes conquistas territoriales.Los dailamitas y turcos a menudo peleaban entre sí en un intento de ser la fuerza dominante dentro del ejército.Los abasíes suníes conservaron el califato, aunque se vieron privados de todo poder secular.[24] A mediados de los años 1000, los emiratos búyidas gradualmente cayeron ante los gaznávidas y los turcos selyúcidas.En 1055, Tughrul conquistó Bagdad, la sede del califato, y expulsó al último gobernante búyida.[25] Generalmente, los tres emires búyidas más poderosos en cualquier época fueron los que controlaban Fars, Jibal e Irak.