Su componente principal era el azúcar y se preparaba de modo que quedaba una especie de masa porosa y rígida, que se tomaba normalmente con agua y una copita de aguardiente.
A veces se aromatizaba con esencias (vainilla, fresa...).
Se pueden ver en la película de Luis Buñuel, Tristana, servidos en la última cena de Don Lope.
Hay una zarzuela de nombre Agua, azucarillos y aguardiente.
Actualmente se denomina azucarillo a los terrones paralelepípedos de azúcar que endulzan el café y otras bebidas.