Por esto son empleados como colorantes en la industria textil, papelera, alimentaria, etc.
También pueden provocar que el compuesto absorba la luz con mayor o menor intensidad.
En 1884 se sintetizó el Rojo Congo, un colorante azoico que se empleó para teñir algodón, y actualmente los colorantes azoicos son los más empleados en la industria textil.
Debido a este proceso, algunos compuestos azoicos alifáticos se utilizan como iniciadores de radicales.
Un ejemplo representativo es el azobisisobutilonitrilo (AIBN), que se usa ampliamente como un iniciador en la polimerización.