[5] Esto significa que en caso de emergencia, si los motores fallan, un helicóptero puede aterrizar sin caer "como una piedra".
La autorrotación más larga de la historia fue realizada en 1972 por Jean Boulet, cuando a 12.440m y -63 °C, el motor del helicóptero Aérospatiale SA 315B Lama dejó de funcionar, pero gracias a la autorrotación pudo aterrizar la aeronave sin problemas.
[7] En casos extremos, se pueden realizar autorrotaciones para perder altura en poco tiempo si esta es considerable.
Cuando un motor falla, las palas del rotor están produciendo empuje hacia abajo y adelante.
Este flujo ascendente de aire a través del rotor lo hace girar durante todo el descenso.