A partir de 1996 existían 124 especies, y desde entonces se han descrito más.[1] Son de hábitos nocturnos, sintiéndose atraídas por la luz.Carecen de aparatos bucales como adultos y no se alimentan.Una de sus características principales son las manchas en las alas posteriores con aspecto de ojos, llamadas ocelos, que advierten a los depredadores que se trata de una polilla peligrosa, no comestible.Mientras está en reposo se asemeja a una hoja seca, pasando desapercibida.