Autoestereograma

Hay dos formas de ver un autoestereograma: manteniendo los ojos relativamente paralelos o haciéndolos converger.

En 1838, el científico británico Charles Wheatstone publicó una explicación del fenómeno de estereoscopía (o visión binocular).

Entre 1849 y 1850, el científico escocés David Brewster mejoró el estereoscopio Wheatstone al reemplazar los espejos por lentes.

En 1919, Herbert John Mobbs lanzó el primer autoestereograma de puntos aleatorios (publicado en 1996 en el Boletín N.º 796 del Stéréo-Club Francés), concepto desarrollado ampliamente entonces por Béla Julesz mientras trabajaba en Bell Laboratories.

Este tipo de estereograma hizo posible ver formas 3D desde una sola imagen 2D sin usar ningún instrumento óptico.

La profundidad a la que se ve la imagen virtual depende de la distancia entre los dos patrones observados.

Para empezar, la forma más fácil es acercarse mucho a la imagen sin intentar mirarla, luego alejarse gradualmente.

La desventaja de esta técnica es que no es posible corregir una textura delimitada solo en el objeto en relieve.

Pero el autostereograma animado sigue siendo un medio para mover la representación del relieve de fácil implementación.

Autostereograma animado: imagen de un tiburón nadador, para ver en visión paralela.
Autostereograma fijo: imagen de la letra π. Nada más que un conjunto de puntos aparece a primera vista. Imagen observable en visión paralela.
Ejemplo de autostereograma dando un efecto de visión en profundidad