Autoensamblaje

Los inicios del estudio del autoensamblaje están relacionados con la aplicación de la química orgánica en las interacciones moleculares a distintas escalas, lo que conlleva a que actualmente se encuentren importantes y fructíferos avances en el autoensamblaje molecular.

Para la Física, la Biología y la Química el autoensamblaje es un área de estudio científico que presenta altísimas expectativas, ya que si se amplía el conocimiento humano en este campo, se encontraran diversas aplicaciones en sistemas inorgánicos creados por el hombre, relacionados con la electrónica, la computación, la robótica e incluso la medicina.

Para generar un sistema ordenado por medio de un autoensamblaje estático, se necesita inicialmente un poco de energía, que posteriormente al haberse formado dicho sistema se estabiliza y se conserva, pero dicha energía inicial no presenta disipación durante el proceso de reparación o reorganización.

Algunos ejemplos de autoensamblaje estático en la naturaleza son: los cristales moleculares y las proteínas globulares.

Para un desarrollo efectivo se necesita de la química, la física, la ingeniería y la matemática.

Hoy en día el conocimiento humano cuenta con planteamientos matemáticos, avances tecnológicos y teorías físicas que facilitan el estudio del autoensamblaje a distintas escalas, por lo cual la aplicación del estudio de este proceso biológico en la robótica, la medicina y la computación es inminente.