Autobiografía de Manuel Belgrano

Según Bartolomé Mitre el manuscrito original de alguna forma llegó a manos de Bernardino Rivadavia, quien lo conservó «entre sus papeles hasta 1841, época á que pasó á poder de D. Florencio Varela».

Las últimas dos partes fueron incluidas como apéndices al final del Primer Tomo de las Memorias póstumas en 1855.

Se justifica su inclusión por haber inspirado a Paz escribir sus memorias.

La obra comienza con una reflexión sobre la vida pública y sus consecuencias.

Su perspectiva cambió con la invasión de España por Francia durante la Guerra Española, y Belgrano consideró esa oportunidad como una intervención divina.