Su plumaje es extremadamente críptico, pasando completamente inadvertido en sus posaderos en las ramas de los árboles donde vive.
El canto es un shi aflautado similar al sonar de los barcos y submarinos.
El hábitat óptimo del autillo son los sotos fluviales, arboledas próximas a los ríos, intercalado con espacios abiertos para cazar; también se puede encontrar en parques y jardines.
Realiza grandes movimientos migratorios, pasando los inviernos en el África subsahariana y desplazándose hacia Europa, llegando al centro de la España peninsular hacia el equinoccio de primavera (en la sabiduría popular se le reconoce, a pesar de no poder observarlo debido a su hábito nocturno, por escuchar su ulular cuando el invierno concluye y los días empiezan a ser templados).
En verano se distribuye por toda el área mediterránea (España, Portugal, Francia, Italia, Grecia, Países Balcánicos, Turquía y países del Norte de África), llegando en su límite septentrional hasta Alemania, Polonia y el Sur de Rusia.