Hija de los principales cortesanos del rey Dagoberto I, el Conde Palatino Badefrido y de Santa Framechidis, huyó a los doce años después de que su padre le comunicara que tenía proyectado su matrimonio y se refugió en un convento.
Finalmente, sus padres acccedieron a que la joven entrara al convento de Abbeville.
El fundador injurió a la superiora y llegó a amenazarla con su espada, pero Austreberta no se inmutó y se inclinó la cabeza esperando el golpe mortal.
Según la tradición, cuenta que Austreberta salió a buscar a un burro desaparecido que trabajaba para los monjes del monasterio llevando la colada.
Siguió un rastro de sangre hasta llegar a un lobo.