Aureliano de Arlés

San Aureliano era hijo de San Sacerdos, quien llegara a ser en 541 arzobispo de Lyon, como recompensa por el apoyo político otorgado al rey Childeberto (511-558).

Su designación a la edad de 23 años para tan importante sede episcopal de Francia es debida tanto a sus cualidades espirituales y religiosas, y por su buena relación con el rey y su esposa Ultrogotha y como a la pretensión del rey merovingio Childeberto I de tener un punto de apoyo fiable en la zona mediterránea.

En el año 547 o 548, San Aureliano funda en Arlés un monasterio masculino, por orden del rey Childeberto I, al que va a tener en gran estima.

Al poco tiempo después, Aureliano compuso reglas para los dos monasterios, que se modelaron ampliamente según las reglas para los monjes y las monjas escritas por Cesáreo de Arlés, que a su vez, al organizar sus monasterios, había redactado las suyas sobre las costumbres de Lerins.

Además de las dos reglas, Aureliano es recordado también por una breve carta al rey Teodeberto, conservada entre las Epistolae Austrasicae.

Esta carta comienza con las excusas de Aureliano por el retraso en alegrarse con el rey Teodeberto por su subida al trono y continúa con el elenco de las virtudes del rey.