Sobre el terreno el tubo se extiende unos 5 a 12 cm más, recubriéndolo con arena y detritos del suelo para camuflarlo y hacerlo difícil de detectar.
Estas arañas son difíciles de ver, debido a que están ocultas dentro del suelo en profundidad y ocultan con camuflaje el tubo de seda.
Sólo es fácil verlas en otoño, cuando los machos abandonan su agujero para buscar hembras con las que aparearse.
La cópula tiene lugar en el interior del tubo y la pareja permanece junta durante varios meses, pero al final el macho muere y es comido por la hembra.
Las crías tardan un año en alcanzar el tamaño adulto y cuatro años en tener capacidad de reproducirse.