La palabra está relacionada con el nórdico antiguo geirr, que significa lanza.
[1][2] Por lo general, se traduce en inglés como halberd ("alabarda"), pero lo más probable es que se asimile más a una pica o a una guja.
Más tarde, la palabra se usó para las típicas alabardas europeas, e incluso más tarde, los bastones multipropósito con puntas de lanza se llamaron atgeirsstafir.
No se usa en ninguna fuente de la misma época vikinga, y no hay restos arqueológicos que puedan identificarse con ese término.
Según ella, esta arma emitiría un zumbido o repique ("cantaría") cuando era puesta hacia abajo en previsión del derramamiento de sangre.