[2][3] El atentado en Madrid fue el primero llevado a cabo en Madrid en 1992, y se produjo semanas después de que la Guardia Civil y la Ertzaintza consiguieran desmantelar la red de extorsión con la que la organización se financiaba entonces, mediante el cobro del denominado «impuesto revolucionario».
[4] El atentado supuso un incremento a diez del número de personas asesinadas por ETA aquel año.
El presidente Felipe González expresó su indignación ante el suceso, reiterando que no comportaría ningún cambio en la posición mantenida por el Gobierno y reclamando una actuación judicial contra los responsables, así como contra el partido político Herri Batasuna (HB), considerado el brazo político de ETA.
Desde el País Vasco, el lendakari José Antonio Ardanza condenó el atentado, afirmando que aquella vía llevaba «al propio suicidio de ETA».
[4] Actualmente en la plaza hay dos placas en memoria de las víctimas del atentado terrorista.