Ese día, según el propio IRA, estaba prevista la reunión de numerosos líderes de grupos lealistas, incluyendo a la Asociación en Defensa del Úlster (UDA) y al líder de los Ulster Freedom Fighters, su rama armada.
La reunión se desarrollaría en el piso superior de una pescadería en Shankill Road (un lugar que ya había sido escenario de otros atentados).
El IRA, que creía que la reunión se llevaría a cabo, consideró la oportunidad de acabar con la mayoría de los líderes lealistas.
Para supuestamente asesinar a esos líderes unionistas, el IRA envió a dos de sus militantes, relativamente jóvenes, que entraron en el edificio vestidos como repartidores y colocaron la bomba bajo unas bandejas de plástico.
La bomba derribó un bloque entero del complejo comercial, siendo percibida desde los puntos más lejanos de Belfast.