El terrorista era un marroquí de 36 años quién vivía en Molenbeek, en Bruselas y quien tenía ya ficha policial.
[6] El sospechoso huyó bajando las escaleras hacia los andenes, por lo que algunos viajeros escaparon a las vías de los ferrocarriles.
[8] Al inspeccionar el cadáver, la policía encontró en el cuerpo una bomba reforzada con clavos, la cual fue detonada adrede por el equipo explosivo del ejército belga, DOVO.
[9] La cadena televisiva estatal belga VRT informó que el sospechoso también llevaba una bomba más potente y botellones de gas, los cuales no llegaron a detonar.
[11][12][13] La fiscalía federal belga declaró que el atacante tenía «simpatías con la organización terrorista Estado Islámico».