Ataque de Nahal Oz (2023)

[9]​ Sin embargo, el ataque al kibutz fue ilegal según el derecho internacional, exactamente igual que cualquier ataque contra viviendas civiles llevado a cabo por cualquiera de las partes en conflicto.

[10]​ Según las investigaciones iniciales, entre 40 y 50 milicianos palestinos se infiltraron a través del sistema de vallas y se dirigieron hacia la base militar de Nahal Oz.

[11]​ Los milicianos se enfrentaron brevemente con los guardias que custodiaban la puerta y, tras abatirlos, accedieron a la base destruyendo pronto gran parte de las instalaciones y del equipo que había en su interior.

Para cuando Hamás atacó, la base sólo contaba con unos pocos soldados armados, que fueron derrotados fácilmente.

Las soldados desarmadas de la Unidad 414 se escondieron en un refugio antiaéreo y casi todas murieron o fueron capturadas.

Ellas murieron, fueron quemadas vivas, y todo esto es algo que debe decirse».

[20]​ Paralelamente a los acontecimientos en la base militar de Nahal Oz, entre 20 y 100 milicianos se infiltraron en el vecino kibutz.

El equipo de seguridad del kibutz respondió y luchó contra los milicianos durante horas.

Cuando finalmente fue despejado, los civiles salieron de las habitaciones del pánico que habían instalado en sus casas.

La resistencia plantada por la seguridad del kibutz, la policía de fronteras y los soldados probablemente impidió que las víctimas del ataque llegasen a las cifras de otras localidades como Nir Oz o Kfar Aza.

[27]​ En total, ocho rehenes fueron llevados desde Nahal Oz hasta la Franja de Gaza.